Categoría: Estudios

Desde que nació Proteckthor hemos hablado constantemente de los riesgos que supone cabecear reiteradamente un balón, de los daños cerebrales y neuronales derivados y de cómo Proteckthor nace para evitar este tipo de lesiones.

Divulgar estudios científicos y concienciar a la población de los riesgos que se pueden sufrir en el deporte es uno de nuestros pilares de comunicación. Eso no quita que defendamos y amemos el deporte en general y el fútbol en particular. Nuestro equipo multidisciplicinar tiene un denominador común: la pasión por el deporte. El germen de Proteckthor es dotar de herramientas a los deportistas para que puedan seguir practicando sin riesgos su disciplina favorita. Somos plenamente conscientes de que el deporte nos da muchas más cosas de las que nos quita. Entre todas esas cosas están los recuerdos. Investigando sobre los daños neuronales y el fútbol, más allá de encontrar ejemplos del fútbol como causa, también hemos encontrado algunos en los que el deporte rey puede ayudar a enfermos de Alzheimer a mejorar su calidad de vida. La grandeza de este deporte no tiene límites. Cuando vives el fútbol con pasión hay grandes acontecimientos que, por su importancia o belleza, se quedan en nuestra memoria como recuerdos incorruptibles. Conscientes de ello, desde la Fundación Salud y Envejecimiento de la Universidad Autónoma de Barcelona empezaron hace ya unos seis años a introducir el fútbol como terapia para despertar recuerdos y emociones en personas afectadas por el Alzheimer. Este proyecto piloto se inspiró en un estudio previo elaborado por la Universidad de Glasgow.

Sara Domenech, doctora en psicología y precursora de este tipo de terapia en España, comentaba al periódico El Español que “trataban de hacer recordar hechos pasados mediante estímulos: ya fueran fotografías, juegos o himnos”. En este sentido, cabe destacar que la capacidad de emoción es una de las últimas que se pierden con la evolución de la enfermedad.

La Asociación de Futbolistas Españoles, en colaboración con la Federación Española de Asociaciones de Futbolistas Veteranos (FEAFV) creó “Reminiscencia, talleres de fútbol”, cuyo objetivo es estimular y recuperar a través del fútbol recuerdos asociados a la infancia, juventud y madurez para frenar el deterioro cognitivo en personas mayores.  El proyecto, liderado por Juan María Zorriqueta, presidente de la FEAFV, es ya una realidad consolidada que, poco a poco, va obteniendo el reconocimiento que se merece.

El Fútbol Club Barcelona, mediante la Fundaciones de Jugadores del FC Barcelona, ha publicado recientemente “Haz memoria con el Barça”, una actividad recreativa basada en la historia del club y dirigida a personas mayores. A través de un taller llevado a cabo durante los meses de mayo y junio, más de 100 participantes revivieron momentos históricos del club blaugrana de la mano de ocho exjugadores. Esta iniciativa basada en todos los beneficios del envejecimiento activo está también vinculada con otras terapias similares de la Fundación, entre las que destaca “Fútbol para recordar”, también llevada a cabo en Cataluña.

Desde Proteckthor aplaudimos y animamos este tipo de iniciativas y terapias. Luchar contra el Alzheimer es, de un tiempo a esta parte, prioritaria. Nosotros somos parte activa en esa lucha ya que nuestro producto nace para la prevención de este tipo de enfermedades. Hace tres años, La Vanguardia publicaba que “Los futbolistas tienen cinco veces más riesgo de Alzheimer que el resto de la población”  por culpa de los cabezazos. Nuestra banda protectora ha venido para incrementar la seguridad en el deporte y para erradicar de una vez por todas todas las enfermedades neurodegenerativas derivadas del fútbol. Queremos que el fútbol sea terapia y no causa del Alzheimer. Nos dejamos y dejaremos la piel para que así sea.

Juega con cabeza. Juega con Proteckthor.

Proteger el impacto con Proteckthor.

Gracias a los numerosos estudios realizados en la materia, cada vez somos más conscientes de los graves problemas neurodegenerativos que pueden acarrear los continuos y numerosos impactos mientras se practica deporte.

Jeff Astle será recordado como el primer futbolista profesional británico confirmado que murió de encefalopatía traumática crónica (CTE), una enfermedad cerebral degenerativa progresiva que se encuentra en individuos (generalmente atletas) con antecedentes de traumatismo craneal, a menudo como resultado de múltiples conmociones cerebrales. En el caso de Jeff Astle, fue el trauma cerebral repetido de bajo nivel que se cree que fue causado por el repetido título de los balones de fútbol. Tras su muerte, se creó la Fundación Jeff Astle, la cual financia estudios, ayuda a exfutbolistas con demencia e intenta que modifiquen el reglamento del futbol para que los futbolistas no sufran estos problemas.

A continuación, hablaremos sobre algunos de los estudios realizados en esta materia, pero ha habido muchas más célebres instituciones, como la PFA (Professional Football Asociation), la Universidad de Indiana, el Colegio de Medicina Albert Einstein o la Universidad de Colorado Denver, entre otras muchas, cuyas investigaciones han demostrado los numerosos problemas mentales que pueden acarrear los continuos golpes que sufren los jugadores de diversos deportes.

La Universidad de Stirling de Reino Unido realizó un estudio en el que Los investigadores dispararon balones de fútbol desde una máquina diseñada para simular el ritmo y la potencia de un saque de esquina y le pidieron a un grupo de futbolistas que cabeceara un balón 20 veces. Se demostró que las capacidades de la memoria se reducen entre un 41% y un 67% durante las 24 horas posteriores a haber cabeceado en reiteradas ocasiones una pelota. La neurocientífica Magdalena Letswaart, una de las responsables de este estudio, explicaba: “En vista de la creciente preocupación por los efectos que generan los deportes de contacto sobre la salud del cerebro, lo que queríamos ver era si nuestro cerebro reacciona de inmediato también al envío de una pelota de fútbol. A pesar de que los cambios fueron temporales, creemos que son importantes para la salud del cerebro, sobre todo si se sucede una y otra vez como lo hacen los jugadores de fútbol. Creemos que pueden afectar al cerebro a largo plazo”.

Según un estudio de la revista EBioMedicin, se debería evitar que los niños de cierta edad, especialmente entre 11 y 13 años, remataran el balón de cabeza. Este estudio lo justifica explicando cómo el cerebro humano no está completamente desarrollado hasta que se cumplen 20 años, ya que los lóbulos frontales maduran especialmente tarde. Esta parte del cerebro, que absorbe el impacto del balón, es el hogar de cualidades humanas únicas, como el control de los impulsos y la planificación consciente. En los años de adolescencia, las sustancias químicas del cerebro están en un estado de cambio y el cerebro es muy sensible de muchas maneras. De esta manera, se lleva a cabo un proceso masivo de reorganización de conexiones antes de que el cerebro se calme en el estado maduro.

Tras un estudio realizado por The New England Journal of Medicine by Doctor Willie Stewart, se concluyó que hay cinco veces más riesgo de desarrollar Alzheimer, cuatro veces más para una enfermedad de la neurona motora y dos veces más para el Parkinson en exfutbolistas profesionales si lo comparamos con la población en general.

Todos los estudios realizados han aumentado la conciencia entorno a la seguridad en el deporte, lo que ha llevado a la creación de nuevas tecnologías que han conseguido que practicar deporte sea cada vez más seguro y cómodo. Así nace Proteckthor, la solución con tecnología patentada que protege de posibles daños cerebrales derivados de los constantes impactos en la cabeza durante la práctica de diversas disciplinas deportivas, para que lo único que importe a los deportistas sea ganar el partido y divertirse. Es hora de empezar a protegerse. 

Juega con cabeza, juega con Proteckthor.

Golpes en la cabeza de los más pequeños de la casa

¿Quién no ha recibido un balonazo en la cabeza en su infancia, se ha quedado tirado en el suelo unos segundos y se ha levantado mareado y aturdido? Muchos niños y niñas pasan su infancia, e incluso edad adulta, practicando deportes como el fútbol de manera regular. El problema reside en que no somos conscientes de lo peligroso que puede llegar a ser un balón. 

Según un estudio de la revista EBioMedicin, se debería prohibir a los niños de cierta edad, especialmente entre 11 y 13 años, rematar el balón de cabeza. Este estudio justifica su denuncia diciendo que el cerebro humano no está completamente desarrollado hasta que se cumplen 20 años, ya que los lóbulos frontales maduran especialmente tarde. Esta parte del cerebro, que absorbe el impacto del balón, es el hogar de cualidades humanas únicas, como el control de los impulsos y la planificación consciente. En los años de adolescencia las sustancias químicas del cerebro están en un estado de cambio y el cerebro es muy sensible de muchas maneras. De esta manera, se lleva a cabo un proceso masivo de reorganización de conexiones antes de que el cerebro se calme en el estado maduro.

Aproximadamente el 21% de las lesiones traumáticas del cerebro entre los niños y adolescentes estadounidenses se atribuyen al deporte y a las actividades recreativas. Una lesión cerebral es definida como un golpe, una sacudida o una herida incisiva en la cabeza que altera la función normal del cerebro. 

En 2017, durante un partido de fútbol, un jugador de 16 años de Shadow Hills High estaba jugando en el campo con jugadores de Indio High School. Durante el partido, recibió primero un duro golpe en el cráneo motivo de una entrada de un defensa y permaneció en el terreno de juego a pesar de decirle al árbitro que le dolía la cabeza. Minutos más tarde sufriría otra contusión al impactar el codo de un defensor contra su cabeza. Su conmoción cerebral fue tan grave que sufrió dolores de cabeza masivos, problemas para resolver problemas y ahora tiene dificultad para hablar. Como este, existen numerosos casos en todo el mundo, no solo entre niños y adolescentes, sino también entre jugadores profesionales.

A raíz de numerosos estudios sobre el tema y varias demandas interpuestas, en 2016 EEUU prohíbe a menores de 10 años golpear el balón con la cabeza, además que jóvenes de entre 11 y 13 años estipulan un tiempo máximo de 30 minutos a la semana de remates de cabeza. En 2020, Inglaterra e Irlanda prohíben que los niños menores de 12 años rematen el balón con la cabeza. En 2014, se presenta en San Francisco una demanda colectiva contra la FIFA, representando en esta demanda al grupo juvenil de fútbol de los Estados Unidos sobre conmociones cerebrales. En 2020, Escocia prohíbe rematar de cabeza a los menores de 12 años. Estos son algunos de los países que han tomado medidas para proteger a sus jóvenes de los futuros daños.

Un deporte nunca debería hacer daño al que lo practica ni dejar secuelas de por vida, no si existen medios para evitarlo, no si existe Proteckthor. Promover la seguridad en el deporte, protegiendo de lesiones cerebrales derivadas del impacto en la cabeza a jóvenes y futuros atletas de todo el mundo es nuestra máxima. A problemas, soluciones. Proteckthor es la solución.